sábado, 24 de marzo de 2018

1.976 - 2.018, nada cambió



Cuando el 24 de marzo de 1.976 derrocaron a la señora María Estela Martínez de Perón, a solo seis meses de las elecciones, con el golpe del Proceso de Reorganización Nacional (Léase Proceso de Recolonización Nacional), comenzaba el gobierno que se extiende, hasta estos días, pero con distinto gerente.
Además de la etapa sangrienta que se llevó miles de víctimas, de la manera mas cruel y sádica, también comenzaba un camino de entrega, endeudamiento y "bombardeo" a las bases culturales y morales, del pueblo, que se profundiza con cada nuevo gerente que asume su cargo, luego de ser elegido como "la opción menos mala" por el vapuleado electorado nacional.
A "Isabel" no la derrocaron por sus errores. Tampoco lo hicieron por sus desaciertos,  ni por hechos de corrupción, por la que hubo una lucha ejemplar, bajo su gestión, contra la ejercida desde la administración: por primera vez en la República Argentina ministros integrantes de ese gobierno sufrieron estas sanciones: un ex ministro procesado y preso, otro ex ministro procesado y profugo y un tercer ex ministro procesado y exiliado.
 A María Estela Martínez de Perón la despojaron del mandato de su pueblo y la secuestraron por haber sido leal a su difunto esposo, el General Perón, como así también a la mas que mayoritaria masa popular que los había elegido y por haber defendido los intereses nacionales como ningún pseudo gobernante posterior.
Fue el gobierno que no solamente no solicitó un solo dólar prestado, a ningún organismo internacional de "crédito", sino que bajó una deuda, que ascendía a mas de 11 mil millones de dólares cuando Perón y ella tomaron el poder, reduciéndola a 5.186 millones y con los servicios al día.
Fue el gobierno de la nacionalización de las bocas de expendio de combustible y dejando, con este decreto, centralizado en Yacimientos Petrolíferos Fiscales –YPF-, la total comercialización de los derivados del petróleo, naftas y otros combustibles. De esta manera el impuesto a los combustibles, incluido en el precio de venta de los mismos, se debía transferir inmediatamente al fisco.
Fue el gobierno del traslado simbólico de la administración central a la Antártida argentina, dejando de manifiesto sus derechos irrenunciables en el continente blanco.
Fue el gobierno de la ley de contrato de trabajo
Fue el gobierno de la Ley Nacional Antiterrorista, que tipificaba y sancionaba con las reglas del debido proceso, garantizado por los jueces federales los ilícitos de terrorismo bélico y terrorismo económico (desabastecimiento, vaciamiento de empresas, etc.).
Fue el gobierno que derogó los acuerdos que ENTEL había firmado, con multinacionales extranjeras, bajo la administración de gobiernos de facto anteriores.
Fue el gobierno que molestó con la Ley de Transferencia de Tecnología al Exterior Nº 20.794/1974
Fue el gobierno de la  Ley de Promociones Industriales para las Empresas Argentinas: otorgamiento de créditos en moneda nacional y divisas por parte del Banco de Desarrollo, y exención impositiva por espacios de tiempo determinados.
Fue el gobierno que cañoneó al Buque"Pirata" Endurance, cuando se disponía a entrar en aguas jurisdiccionales argentinas, violando nuestro territorio malvinense.
Fue el gobierno que expulsó al embajador británico, único en la historia, por el incidente ocurrido con la misión Schackleton.
Fue el gobierno que apenas tenía un 4,5 % de pobreza.
Fue el gobierno que dejó un desempleo, con carácter transitorio que alcanzó, tan solo, al 2,6 % de la Población Económicamente Activa, esto es, con aptitud laboral.
Cuando ya se veía que la traición interna hacía todo lo posible para que la derrocaran, la ex presidente, dijo a su pueblo la profética frase "vienen para voltear las chimeneas que levantó Perón" y así fué.
Meses antes, nuestro líder político y espiritual nos vaticinaba "Si alguna vez llegase a haber otro golpe, el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá solamente para garantizar, con el voto popular, los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos." y también fue textual.
Hoy solo quedan los últimos pedazos de aquella Argentina feliz, que supo comenzar a construir el peronismo y que poco a poco, los traidores internos, apoyados estratégicamente por los idiotas útiles compradores de mensajes utilitarios, van descomponiendo, cada vez mas, día a dia.
Desde los criminales del proceso, pasando por el abogado del ERP e íntimo amigo de Albano Hargundeguy, Raúl Alfonsín, Carlos Saúl Menem (Disfrazado de Peronista), Fernando De La Rúa, Eduardo Duhalde (Cantando la "marchita"), Néstor y Cristina Kirchner (haciéndose llamar peronistas) y ahora Mauricio Macri, no hicieron mas que sostener los cimientos de una argentina colonial y dependiente que apoyo sus bases en la sojizacion y el envenenamiento con agrotóxicos y megamineria y que ahora lo hace con endeudamientos salvajes creando pasivos impagables, a futuro, a los que solo podremos responder, llegado el trágico momento del reclamo de lo comprometido, entregando territorio.
A 75 años de la creación de nuestro Grupo Obra de Unificación y a 42 años del golpe que derrocó al último gobierno peronista seguimos levantando nuestros ideales y nuestras banderas que continúan siendo profundamente humanistas y profundamente cristianas.
Seguimos siendo simples y prácticos como así también mantenemos posturas distantes tanto de uno como del otro de los imperios gobernantes.
No tenemos nuevos rótulos que califiquen nuestra doctrina: Somos lo que las veinte verdades peronistas dicen ser.
Mantenemos viva la memoria de nuestros caídos y elevamos una oración por los miles de muertos, a manos de un grupo de asesinos en el poder, cualquiera sea las banderas que levantasen.
Por esa Argentina grande, con que San Martín soñó y que Perón realizó, hoy levantamos nuestras banderas de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política que nos devolveran la Patria que nos robaron.
Dios salve a nuestra patria y a nuestro pueblo... Si somos capaces de ayudar a Dios.

Mesa Política del Grupo Obra de Unificación



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